El imperio bizantino fue uno de los
más influyentes de la historia. Surgiendo de las cenizas del imperio romano,
se fortaleció a raíz de su propia originalidad. Además, supo aprovechar las
virtudes de su posición geográfica y, a la vez, nutrirse culturalmente de
quienes arribaban a sus límites.
La historia de este
imperio está llena de crecimiento y evolución, pues se trata de casi mil años
de liderazgo en el que factores importantes como la iglesia y sus creencias
tuvieron un papel fundamental en la unión de las regiones que lo llegaron a
componer.
Definición del Imperio Bizantino
Este imperio, nacido
en el año 395 d.C., tras la derrota del imperio
romano, fue la unión de varios países que estaban divididos en secciones, este
y oeste. Hacia el oeste se hallaba Milán y al este, Constantinopla. El imperio bizantino
tuvo una vigencia extensa de 10 siglos durante los cuales dejó su huella en
sentido cultural. Es de destacar que ninguno de los ciudadanos que habitaban
entre los límites del imperio bizantino se identificó como tal, para ellos su
nacionalidad era romana, más aún, para los observadores externos esta potencia
era un imperio griego. El término bizantino fue empleado a posteriori por los
historiadores.
Historia del Imperio Bizantino
El origen del imperio
bizantino fue la segmentación del antiguo imperio romano por parte de
Teodosio en el año 395 d.C. en dos fracciones: el imperio de occidente y el
de oriente. Sin embargo, Arcadio, quien gobernaba el imperio del occidente no fue
lo suficientemente fuerte como para resistir el ataque por parte de Germania,
por lo que, sólo 85 años después, al año 476 d.C. fueron invadidos. En el
caso del extremo del este, prosperó por casi mil años.
El imperio oriental,
por su parte, era gobernado por Constantino, quien movió la ciudad principal
del imperio a Constantinopla, en honor a su nombre. Localizada en el medio
de una región comercial, Constantino supo aprovechar las ventajas que le
traían estar entre el mar Mármara y el Mar Negro. Este punto a favor le
permitió a Roma del oriente hacer
frente a las invasiones de los bárbaros a fin de no desaparecer, tal como le
había ocurrido a la facción del occidente.
En el año 527 d.C.
cuando el emperador Justiniano llegó a gobernar, tuvo el objetivo de expandir
el territorio imperial por medio de campañas que pretendían recuperar parte
del imperio caído en manos de los germanos del occidente.
Se planificaba llevar a cabo tal reconquista por medio de la unificación
cristiana, por lo que más adelante se le añadieron
naciones como España, Italia y regiones de la parte norteña de África al
imperio.
No obstante, las
invasiones que se llevaron a cabo consistían en sangrientas y costosas
guerras que sumieron al imperio en una situación económica grave, lo cual
llevó a las autoridades al cobro excesivo de impuestos y al descontento de la
mayor parte de la población. Durante el año 534 la economía tocó
fondo cuando azotó una grave enfermedad conocida como la peste. Esto
debilitó el poderío del imperio.
Mapa del Imperio bizantino en 550 d. C. bajo el
reinado de Justiniano
Características del Imperio Bizantino
Entre los rasgos más
importantes del imperio bizantino estaban:
·
En el momento de su máximo auge, llegó a estar poblado por un
aproximado de 34 millones de personas. Aun así, esta cantidad iría
mermando con el pasar de los años debido a los conflictos armados y las
enfermedades.
·
A pesar que los habitantes del imperio se
identificaban como romanos, adoptaron la cultura de los griegos, hasta el
idioma de éstos. Aunque eran orgullosos portadores de las tradiciones helenísticas, esto
no impidió que aceptaran el intercambio cultural que se producía al recibir
compañía de extranjeros con los que tenían relaciones comerciales.
·
Gran parte de los pobladores del imperio hablaban
más de un idioma, pues, además del griego, muchos dominaban el latín.
·
La sucesión de gobernantes que existieron fueron nombrados como emperadores
y se les consideraba como un soberano al que Dios le había dado el poder para
reinar entre ellos.
·
Durante su época más prospera el imperio llegó a abarcar las
regiones de África, España, Italia, Mesopotamia, Palestina, Siria, Egipto, Libia, Balcanes,
Rumanía, Turquía y Grecia.
·
Debido a su inclinación por la cultura griega, el desarrollo del
pensamiento y de las artes giró en torno a las tendencias clásicas
de la antigua cultura.
·
La época más rica en sentido económico y cultural fue durante el
liderazgo de Justiniano.
·
Las épocas críticas de los bizantinos llegaron después de la muerte de
Justiniano, en el siglo VI. Durante este período, los límites del
imperio se debilitaron a tal punto que los ejes de Egipto, Palestina y Siria
fueron tomados por los profesantes del Islam. Además, las rebeliones a lo
largo y ancho del territorio imperial se hicieron sentir, sumiéndolo en
pobreza, divisiones y muerte.
La sociedad del
imperio estaba organizada en estratos sociales fuertemente localizados. La
organización de la misma era en forma piramidal, en la que se encontraba
el emperador de turno: el
lujo y los privilegios distinguían la vida del líder del imperio y su
familia. Aparte de la familia imperial, había otras tres clases
sociales que se identificaban como Grupos superiores, medios e inferiores.
.
Economía del Imperio Bizantino
La base de la economía
del imperio bizantino fueron las actividades comerciales y la agricultura.
La actividad comercial
tuvo un rol destacado, pues la localización geográfica del imperio era
privilegiada para esta.
Bizancio se conectaba
con las tres rutas comerciales más importantes de la época como por ejemplo
la ruta de la seda a través de Asia y Persia.
Otras actividades
económicas que desarrollaron los bizantinos fueron la producción y
exportación de la seda de gran calidad. Construyeron talleres en los que se
especializaron para producirla. Además, fueron reconocidos por la
belleza y lujo de sus monedas como el besante y sólido bizantino. Eran de
excelente calidad y gran valor en la época de auge del imperio.
Religión en el Imperio Bizantino
La vida en el imperio
bizantino giraba en torno al aspecto religioso a tal punto que todo foco de
poder estaba sujeto a la iglesia. Como practicantes del cristianismo
primitivo, los bizantinos defendieron su adhesión por las creencias clásicas,
por lo que sus relaciones sociales y políticas tenían un carácter ortodoxo.
La iglesia, por su parte, reconocía en el imperio a 5 patriarcados
principales: Antioquía, Alejandría, Jerusalén, Constantinopla y Roma.
Aquellos que se rebelaban en contra de este orden eran considerados como
herejes y por ende, eran objeto de persecución.
Se generaron dos
conflictos religiosos:
1- Generado por la lucha
contra las imágenes se conoce con el
nombre de lucha de iconoclasta año
728.
2- Cisma de orienté :
Dividió al cristianismo:
Ø
En oriente los Ortodoxos, quienes reconocen como su máxima autoridad
al patriarca de Constantinopla.
Ø
En occidente los Católicos, quienes
reconocen como máxima autoridad al papa en Roma.
Aportes del Imperio Bizantino a
la humanidad
Entre los aportes principales de esta
potencia al mundo entero se pueden nombrar:
· Debido a que fue un
imperio que gobernó por casi un milenio, su estructura e influencia
estabilizó al continente europeo.
· La caída del imperio
y, por lo tanto, de sus redes de comercio, planteó la necesidad de abrir
otros caminos para establecer el comercio, lo cual llevó a las expediciones
que se realizaron hacia África y América. Durante estas nuevas
travesías se hallaron riquezas desconocidas lo que llevo a una
expansión cultural y económica de Europa.
· La riqueza cultural
del imperio bizantino los llevó a la conservación de textos y
manuales que más tarde desatarían el renacimiento.
· El imperio se empeñó
en la propagación de las creencias de la iglesia. Por esta razón, para
su caída la mayor parte del continente europeo profesaba sus principios.
· Redactaron leyes que se consideran en
la actualidad como las bases del Derecho Civil.
· El aspecto cultural
que caracterizó la escultura, arquitectura y arte eran
sinónimos de riqueza, lujo y belleza, lo cual fue transmitido a los países
que más tarde se independizaron.
Una basílica
bizantina: Santa Sofía
Fue construida en el siglo VI. Su nombre en
griego, Hagia Sophia, significa (Santa Sabiduría).
A partir del siglo XV, Constantinopla fue
conquistada por los turcos, la basílica se convirtió en mezquita, fue
decorada con caligrafías árabes.
Decadencia y fin del Imperio
A partir del siglo XI el Imperio
empezó su decadencia por varias causas:
*La presión de los árabes y
turcos: Los árabes conquistaron las provincias más ricas (Egipto, Palestina
y Siria). Los turcos se convirtieron enemigos de Bizancio, hubo ataques
contra sus fronteras.
*La crisis económica: Por las
guerras, limitaron el rendimiento agrícola y afectaron al comercio. Las rutas
marítimas fueron controladas. Las consecuencias; despoblación
rural, los campesinos emigraron a la capital, y el ejercitó se
debilitó.
Fuente:
|